Marie de Gournay: Vídeo-Podcast-Lila 121
“Una mujer indomable que desafió las convenciones de su época.
Una mente brillante que luchó contra las normas y fue muy criticada por seguir su vocación.
Mujer adelantada que ya hablaba de lenguaje inclusivo en pleno S.XVII
Consideraba el matrimonio un lastre para la mujer.
Defendió el acceso de las mujeres a la educación y a los puestos públicos.
Atacó la corrupción de las cortes, el clero y la aristocracia.
Hoy te descubrimos a Marie de Gournay, pluma afilada que combatió la misoginia.
Sumérgete en la apasionante historia de esta pionera del feminismo.” 👇
¿Sabías qué Marie le Jars de Gournay fue una escritora y filósofa francesa nacida en el S. XVI?
Pues así es….
Marie le Jars de Gournay está considerada como una de las precursoras históricas del feminismo. Una dama francesa que nació dos siglos después que Christine de Pizan (protagonista de nuestra Biografía Lila 41) y un siglo después que la italiana Laura Cereta (Biografía lila 80), todas ellas claras reivindicadoras de la desigualdad que padecía la mujer.
Siguiendo su estela, un siglo después nacerían otras de nuestras protagonistas: Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft.
Desgraciadamente, sus reivindicaciones siguen siendo necesarias en nuestro S.XXI
La propia experiencia vital de Marie de Gournay como mujer del S.XVI era su principal fuente de inspiración para defender a las mujeres de la clara situación de desigualdad en la que vivían.
Marie tenía claro que los factores que explican la subordinación de la figura femenina son: la crianza en un ambiente misógino, la educación y el lugar de nacimiento.
Marie de Gournay fue más que la “hija espiritual de Michel de Montaigne” (más adelante te cuento más sobre su relación). Rompió estereotipos y logró ganarse la vida con su trabajo como editora, traductora y escritora en una época en la que no se les permitía a las mujeres.
Pero, hagamos un poco de historia…..
Marie Le Jars de Gournay nació en París, Francia, el 6 de octubre de 1565 en el seno de una familia acomodada y fue la quinta hija de seis hermanos. Su padre fue Guillaume le Jars, de familia noble, tesorero y secretario de cámara del rey Enrique III, y su madre fue Jeanne de Hacqueville, también de origen noble y con claros intereses intelectuales lo que sirvió para apoyar a Marie a formarse.
Cuando Marie tiene tres años se trasladan al castillo de Gournay-sur-Aronde, en el estado de Picardía, y de ahí adoptaría su apellido. Desgraciadamente, Marie pierde a su padre cuando tiene 13 años y, a partir de ahí, la familia empieza a tener problemas económicos.
La herencia territorial del castillo y el derecho a tomar el nombre estaba reservado a sus hermanos varones y, de esa forma, el castillo pasa a ser una herencia del hermano mayor. Cosas del destino. éste abandona a su familia, así que ella y su madre tienen que tirar adelante solas.
A pesar del difícil momento económico y personal que vive Marie, consigue sacar el tiempo necesario para formarse intelectualmente y lo hace con mucha perseverancia y de forma autodidacta. Así, aprende latín, griego, física, geometría, filosofía e historia, se introduce en los experimentos de alquimia y soporta todo tipo de críticas de sus coetáneos que decían que eso del estudio y los experimentos de alquimia no estaban destinados a las mujeres…
Al poco tiempo, su madre decide que se mudarán a París y allí la presenta en sociedad con el objetivo de casarla. Pero éste no es uno de los propósitos de nuestra protagonista.
Marie de Gournay tiene muy claro que el matrimonio no será su compañero. Considera el matrimonio como un lastre para las mujeres y prefiere saltarse todas las normas del momento. Así, decide hacer un voto de celibato pero sin enclaustrarse en un convento. Es la forma de vivir en libertad y poderse dedicar al estudio,-por cierto que esto era algo que hacían muchas mujeres en esa época-.
Cuando tiene 18 años, Marie de Gournay conoce en París al escritor y filósofo humanista Michel de Montaigne quien se convertiría, como ella misma decía, en su “segundo padre”.
En la primera toma de contacto, Montaigne tiene 55 años y despierta en ella una gran admiración intelectual. Curiosamente, se impresiona por el hecho de que una mujer mostrara tanto interés en dialogar de temas que él creía que no solían incumbir a las mujeres. ¡!
Marie de Gournay siempre definió su relación como algo puro pero fueron muchas las lenguas que hablaban de una relación sentimental con un hombre casado.
El hecho de entrar en contacto con Montaigne se convierte en la puerta de entrada a los círculos intelectuales de París. Eso, junto a sus conocimientos, le permite participar en debates intelectuales, políticos, religiosos y culturales del momento.
Marie de Gornay formó parte de los Salones de la Ilustración permitidos a mujeres, y allí entró en contacto con otras eruditas europeas que participaban en la vida política y cultural parisina del momento, las denominadas salonniers.
En 1591, fallece su madre y Marie tiene que hacerse cargo de sus hermanos. Y, ¿cómo lo hace? Pues buscando marido a sus hermanas y consiguiendo la formación militar para sus hermanos.
Después de ese episodio vital se traslada al castillo de Gournay con el escritor Montaigne, y ahí llevan a cabo un intenso intercambio de ideas y opiniones. Se puede constatar que Montaigne influyó en la obra de Marie Gournay de la misma forma que ella también influyó en la obra y el pensamiento del escritor.
En 1595 fallece el escritor y en su testamento le cede su biblioteca personal y la posibilidad de editar de nuevo sus “Ensayos.” Y así lo hace Marie de Gournay. Decide llevar a cabo una labor como editora y escritora de la obra de Michel de Montaigne, algo que le conllevará muchas críticas porque…. ¡cómo una mujer iba a hacerse cargo de eso!
A pesar de todas las críticas de la época por ser mujer, soltera y querer desarrollarse como escritora, ella logra seguir su trayectoria y no deja de escribir poesía, ficción y ensayo.
Para tener recursos económicos, Marie de Gournay utiliza un sistema propio de autores de la época como era destinar sus obras a personajes con autoridad en aquel momento. Además, a través de sus escritos expresa, con ironía y sarcasmo, ideas polémicas para el momento, denuncia públicamente la sumisión de la mujer y desmonta estereotipos misóginos.
En 1622, cuando tiene 57 años de edad, Marie de Gournay publica el “Tratado de Igualdad de hombres y mujeres”, texto contrario a la dominación patriarcal con referencias a figuras femeninas de la historia como Hypatia de Alejandría.
La idea principal del texto consiste en mostrar que, si bien hombres y mujeres se diferencian físicamente, sus almas son iguales. Por eso anima a las mujeres a utilizar su inteligencia y a formarse intelectualmente, algo que también propuso, dos siglos más tarde, Mary Wollstonecraft, protagonista de nuestro Podcast Lila 44.
En su última etapa de vida y de nuevo instalada en París prefiere el riesgo de no seguir los modelos patriarcales y seguir su camino del conocimiento. Dos de las reinas de Francia le otorgan una pensión vitalicia que le permite vivir holgadamente.
Así, Marie de Gournay es anfitriona de su propio «Salón» y se ha convertido en una reputada intelectual admirada por personalidades influyentes de la nobleza y la monarquía. En ese salón intelectual se debate en torno a diferentes temas, uno de ellos es del de la creación de la Academia Francesa. Pero fíjate en lo que pasó. Cuando en 1634 esa institución abrió sus puertas, su nombre ni figuró…tan solo constaban nombres de hombres.
Marie de Gournay llegó a publicar más de 40 obras y en la mayoría de ellas abordaba los derechos de las mujeres. Y es que para Marie, “la posición subordinada de las mujeres no era voluntad de Dios ni de la Naturaleza, sino que la causaban los caprichos cambiantes de los hombres.”
Vamos a acabar citando a Marie en uno de sus libros, “Agravio de damas”, en donde podemos leer:
“Bienaventurado eres tú, lector, si no perteneces al sexo al que se le prohíben todos los bienes y se le priva de libertad; al que incluso se le prohíben casi todas las virtudes, alejándolo de cargos, oficios y funciones públicas.”
¡Ah! Comentarte que Marie de Gournay también se ganó elogios con los títulos de ”Minerva francesa” o “Décima Musa” como otra de nuestras protagonistas, Sor Juana Inés de la Cruz (podcast lila ).
Desgraciadamente, y como pasa en otras muchas biografías ilustres, después de su muerte, en 1645, su figura cayó en el olvido…y no fue hasta el S.XX que se rescató su figura histórica. ¡!
Y, ¿cómo recordamos hoy en día a nuestra protagonista?
Bueno, en primer lugar, por su producción literaria de la que aquí os damos detalle:
- Editora de los Ensayos de Montaigne, escribe el Prólogo de la obra (1595).
- Le promenoir de Monsieur de Montaigne par sa fille d´alliance (1594).
- La vida de la doncella de Gournay (1616).
- Tratado de Igualdad de los hombres y las mujeres (1622).
- Agravio de damas (1626).
- Apología de la que escribe (1626).
- Peinture de moeurs (1634).
- Copia de La vida de la doncella de Gournay (1641).
- El aconsejable o Los regalos de la señorita de Gournay (1634).
- La sombra de la Virgen de Gournay (1626, 1634 y 1641).
- Adiós al alma del rey de Francia y de Navarra, Enrique el Grande, a la reina, con la defensa de los Padres Jesuítas/ por la señora de G.
Dos libros que dan más datos sobre su figura; el primero, de Sandra Ferrer Valero, Pioneras del Feminismo, el segundo, de Ingeborg Gleichauf, Mujeres filósofas en la historia. Desde la Antigüedad al siglo XXI, Icaria, 2010
Fijaos cuántos siglos llevamos reclamando lo que Marie de Gournay expresa en sus obras, y es que, como escribe Marie de Gournay:
“Las mujeres y los hombres sólo se diferencian físicamente y si las mujeres no han sido capaces de abordar cuestiones como la ciencia, la filosofía o la política era simplemente porque se les había vetado el acceso al conocimiento.”
Comentarios recientes