NETTIE STEVENS: Podcast Lila 73

⭐️¿Sabías qué Nettie Stevens fue la primera investigadora que descubrió las bases cromosómicas que determinan el sexo?

Pues así es…

Nettie Stevens fue una bióloga que revolucionó el ámbito de la genética a principios del siglo XX pero le arrebataron el mérito de su descubrimiento.

Los resultados de sus estudios ayudaron significativamente al avance de la biología a principios del siglo XX.

Descubre aquí su historia 👇👇👇

Nuestro Podcast Lila de hoy te sumerge en la genética gracias a la sugerencia de una seguidora de nuestro canal a quien le agradecemos su aportación.

Nettie Stevens revolucionó la historia de la embriología y la citogenética: descubrió que los cromosomas eran los que determinaban el sexo de los organismos.

Nuestra protagonista no lo tuvo nada fácil para abrirse camino en el ámbito científico. Recordar que, en esa época, las mujeres estaban predestinadas a casarse, ser madres y, a nivel profesional, podían desarrollarse como maestras, enfermeras o secretarias.

A pesar de todo, Nettie Stevens consiguió alcanzar su sueño y brilló con luz propia aunque no con el merecido reconocimiento…

Nettie Stevens

Pero, repasemos un poco su historia….

Nettie Maria Stevens​ nació en 1861 en Cavendish, Vermont, Estados Unidos, y era hija de Julia Adams y Efraïm Stevens, carpintero.

Nettie fue la tercera de cuatro hermanos: dos chicos, que murieron siendo muy pequeños y una chica, Emma. Desgraciadamente, Nettie perdió a su madre cuando solo tenía 4 años. Poco tiempo después, su padre volvió a casarse y la familia se trasladó a vivir a otra localidad, Westford.

Su padre, a pesar de no tener muchos recursos económicos, se preocupó por que Nettie y su hermana tuvieran acceso a una buena educación. En Westford, Nettie asistió a una escuela pública y se graduó como la primera de su clase.

Nettie Stevens brillaba como estudiante, tenía enormes capacidades intelectuales.

La falta de recursos económicos y su condición de mujer le impidieron continuar estudiando. Pero Nettie Stevens estaba dispuesta a cumplir su sueño de estudiar en la universidad y lo consiguió.

Trabajó duramente como maestra y bibliotecaria durante una década. Con 35 años, Nettie Stevens pudo matricularse en la prestigiosa Universidad de Stanford en California.

A inicios del S.XX, Nettie Stevens ya se había licenciado y redactó su tesis doctoral que, por cierto, fue su primer trabajo publicado.

Nettie Stevens continuó sus estudios en el Bryn Mawr College, una universidad femenina de Pennsylvania donde se doctoró y conoció a los biólogos Edmund B. Wilson y Thomas Hunt Morgan y viajó a Europa para ampliar sus conocimientos y su experiencia investigadora en Alemania e Italia. Primero trabajó en la Estación de Zoología de Nápoles y más adelante viajó a Alemania y pasó un tiempo en el laboratorio de Theodor Boveri. Este biólogo investigaba el rol de los cromosomas en la herencia y allí Nettie encontró su vocación por la genética.

Los intereses científicos de Nettie en el estudio de la herencia genética cobraban vida a través de las primeras observaciones de cromosomas al microscopio óptico.

Nettie Stevens con su microscopio óptico

A pesar de vivir en una época difícil y complicada para las mujeres dedicadas a la ciencia, el talento de nuestra protagonista no pasó desapercibido para el genetista y futuro premio Nobel Thomas Hunt Morgan. Este la incorporó a su equipo de investigación y se encargó de dirigir personalmente su trabajo. Esto fue lo que escribió en su carta de recomendación:

«De los estudiantes de posgrado que he tenido durante los últimos doce años, no he tenido a nadie que fuera tan capaz e independiente en investigación como la señorita Stevens.» 

En1903 el interés de Nettie Stevens por el problema de cómo se determina el sexo y su relación con los cromosomas había empezado a cobrar forma en su mente. Por entonces se desconocía cómo un ser vivo veía determinado su sexo en el momento de su concepción.

Nettie inició una exhaustiva investigación con distintos tipos de insectos que la llevarían a concluir que existían dos tipos de cromosomas, el X y el Y que definían el sexo femenino y el masculino.

Sus conclusiones fueron publicadas en 1905 en un estudio que llevaba por título Studies in spermatogenesis with special reference to the “accessory Chromosome”.

Observó y constató que los cromosomas existen como parejas de células, en vez de largos bucles o hilos como muchos todavía sostenían, con lo que dio fin a un largo debate.

Pero fijaos lo que sucedió….

Casi de manera simultánea, el prestigioso biólogo Edmund Beecher Wilson estaba realizando sus propias investigaciones sobre la determinación del sexo y publicó en 1905 sus resultados, que coincidían con los obtenidos por la científica.

O sea, los dos científicos llegaron a la misma conclusión de forma casi simultánea, pero con total independencia.

A pesar de que Edmund B. Wilson especificó en la revista Science que sus conclusiones coincidían con las de su colega Nettie Stevens, dando a entender que conocía el estudio de su compañera fue él quien se llevó el reconocimiento y el mérito por este descubrimiento.

Siempre se le ha atribuido a Nettie Stevens un papel secundario, como asistente de E.B.Wilson, que era hombre y reputado investigador que además fue su profesor y por eso muchos libros de texto le atribuyen a él los resultados.

Entre 1900 y 1912 Nettie Stevens publicó alrededor de 40 artículos la mayoría de ellos en el campo de la citología, la ciencia que estudia la célula, artículos de gran valor para la investigación en genética.

Trabajó y firmó numerosos trabajos ella sola pero también lo hizo conjuntamente con otros científicos, genetistas y biólogos, de la época.

Nettie Stevens era consciente del papel secundario que tenían las mujeres científicas por aquel entonces y llenó sus publicaciones de citas y referencias al trabajo de otras compañeras de profesión para ensalzar así su labor y darle la merecida visibilidad

El mismo año que publicaba su descubrimiento sobre los cromosomas consiguió una plaza en el Bryn Mawr como profesora y recibía el “premio Ellen Richards” por un artículo científico.

Su carrera profesional fue muy corta: tan solo nueve años pero intensos e importantísimos para la biología en los que consiguió avances y aportaciones trascendentales que todavía tiene vigencia hoy en día.

Nettie Stevens falleció joven, con 53 años y falleció antes de tener acceso a la cátedra que se había creado para ella en Bryn Mawr College, la Universidad de Pennsylvania.

En el momento de su fallecimiento había alcanzado el suficiente prestigio como bióloga y genetista para recibir los elogios de su mentor y futuro premio Nobel, Thomas Hunt Morgan, en la revista Science

Nettie Stevens, otra gran mujer de ciencia que luchó para hacerse oír en una comunidad científica que relegaba a las mujeres y sus descubrimientos a un segundo plano. 

ACTUALIDAD SOBRE NETTIE STEVENS

En 1994, se incluyó a Nettie Stevens en el National Women’s Hall of Fame, Salón Nacional de la Fama de las Mujeres.

El año 2016 Google la homenajeó con un doodle en el 155º aniversario de su nacimiento.

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