MARY EVEREST BOOLE: Vídeo- Podcast Lila 130

Reino Unido, 1832- 1916

“Una mujer que no solo enseñó números, sino que enseñó a pensar diferente.

Su método revolucionario hizo que las matemáticas dejaran de ser un castigo para convertirse en un juego.

Una autodidacta que cambió para siempre la forma en la que aprendemos matemáticas.

En una época donde las mujeres brillaban en la sombra, ella se atrevió a desafiar el sistema…

¿Quieres saber cómo lo hizo?

Hoy te acercamos a la inspiradora historia de Mary Everest Boole, otra mujer que rompió barreras.”

¿Sabías qué Mary Everest Boole fue una reconocida matemática y educadora inglesa nacida en el S. XIX?

Pues así es…

Mary Everest Boole fue una mujer luchadora, que se consideraba a sí misma como una “psicóloga matemática”, y que logró hacer numerosas contribuciones en la educación matemática infantil. Y es que su enfoque era innovador…

Ella quería mostrar cómo las actividades ordinarias del día a día preparan a los niños a aprender matemáticas… luego te cuento cómo…

Esta mujer valiente fue, además, madre de cinco hijas, y logró abrirse camino profesionalmente en un mundo de hombres… y una vez más te he de decir que recabar información sobre ella ha sido una ardua tarea…

Pero, hagamos un poco de historia…

Mary Everest Ryall nació en Wickwar, una localidad del suroeste de Inglaterra en 1832, y era hija del reverendo Thomas Roupell Everest y de Mary Ryall, ama de casa y madre de familia.

Cuando Mary tenía cinco años, y su hermano dos, la familia se mudó a Poissy, en Francia, para que su padre pudiese recibir un tratamiento de medicina homeopática, la medicina alternativa que empezaba a desarrollarse entonces.

Crecer en Poissy le dio a Mary la oportunidad de aprender una cultura y un idioma diferentes aunque ella relató que su vida allí resultó difícil y solitaria. Por suerte para ella, sus padres no le vetaron el acceso a los libros que encontraba a su alcance.

—Déjame que te cuente una curiosidad sobre su apellido paterno, el de Everest, porque quizás este apellido te sea familiar… Y es que su tío paterno, George Everest, con quien tenía una buena relación, era un coronel y topógrafo que trabajaba en la India, que fue el responsable de completar la medición trigonométrica de la India desde el sur de India hasta el norte de Nepal.

El hecho de finalizar la medición de India permitió la posterior medición del Monte Everest (en ese tiempo sin nombre propio) y calcular la altura de su cima. Por ese motivo, unos años más tarde se decidió llamar a ese monte como Monte Everest en honor a George Everest, tío de nuestra Mary.–

Pero sigamos con nuestra protagonista…

El primer acercamiento de Mary al apasionante mundo de las matemáticas vino en Francia al recibir clases de Pierre-Simon Laplace, astrónomo, físico y matemático francés, al que llamaba Monsieur Déplace, que tenía un estilo muy particular de enseñar. Mary recordó en una ocasión:

«Monsieur Deplace es el héroe de mi idilio. Desearía poder transmitir una impresión adecuada de cómo envolvió mi vida con una influencia protectora, sin la más mínima interferencia con mis pensamientos ni mis sentimientos.»

– Algo importante para una menor…-

Con 11 años de edad, Mary vuelve a Inglaterra porque su padre ya está recuperado de su enfermedad.

En Inglaterra, Mary quiere seguir estudiando, pero una niña en esa época… ya sabéis las pocas posibilidades que tenía, ¿verdad? A ella ya le tenían asignadas unas tareas: ayudar a su padre con los sermones, dar clases en la escuela dominical, visitar ancianos… Pero ella quiere seguir aprendiendo, quiere saber más de matemáticas…

Así, se empapa de los libros que encuentra en la biblioteca de su padre, alguno sobre cálculo matemático, y se sumerge con deleite… Era otra joven autodidacta…

Por suerte a su padre no le parecía mal que su hija se formase, veía el talento en ella, y le presenta a John Herschel, astrónomo, (sobrino de Caroline Herschel, una de nuestras protagonistas), o Charles Babbage, el matemático con el que trabajó nuestra Ada Lovelace (protagonista de nuestro Podcast Lila 29.)

Cuando Mary tiene 18 años, viaja a Irlanda. Allí, su tío, George Everest (del que antes os he hablado) le presenta al destacado matemático y pensador George Boole (1815-1864), que se convierte en su tutor.

Mary disfrutó mucho de su tiempo con George Boole, tanto social como intelectualmente. Además, fue un gran apoyo para ella cuando perdió a su padre y, a partir de ahí, su relación empieza a consolidarse y se unen sentimentalmente.

Un año más tarde, decide casarse con él. Mary era diecisiete años más joven que George y disfrutaron de una relación de nueve años acorde y bien avenida, y juntos tuvieron cinco hijas.–luego te cuento de ellas.-

George Boole le enseñó más matemáticas, y a su vez ella le ayudó en la redacción de su libro «Las Leyes del Pensamiento»; y es que cuando George escribía algo, Mary se lo revisaba y le obligaba a reescribirlo hasta que consideraba que lo que quería transmitir estaba suficientemente claro, también le aconsejó para sus conferencias (te suena esta dinámica, verdad…?)

Desgraciadamente, en 1864 su esposo fallece de neumonía y Mary se queda sola al cargo de sus cinco hijas, siendo la menor de tan solo seis meses de edad. En ese momento, nuestra Mary tiene 31 años de edad.

En relación con sus hijas, llamadas Mary, Margaret, AliciaLucy y Ethel decirte que todas ellas recibieron una buena educación y continuaron los vínculos con la ciencia… Sí, porque Lucy fue química y dio clases en la Escuela de Medicina para mujeres de Londres, y Alicia fue una matemática con un talento considerable que se dice tenía la habilidad de visualizar figuras en una cuarta dimensión; las otras dos hijas continuaron vinculadas a las matemáticas porque se casaron con dos matemáticos de la época, y la más pequeña, Ethel, fue novelista.


Tras la muerte de su esposo, Mary se dispuso a promover los trabajos de su marido en matemáticas, y no dudó un instante en abrirse camino profesionalmente (tarea nada fácil en esa época para una mujer, recordad…).

Por fin, logró un trabajo en el Queen’s College (el primer centro de estudios superiores para mujeres en Inglaterra, inaugurado en 1847), pero tuvo que aceptar el trabajo como bibliotecaria, pues no estaba permitido a las mujeres impartir clases.

A partir de ahí, Mary se convirtió en la bibliotecaria a la que acudían todos los niños, era la consejera de los estudiantes y a ellos los asesoraba en matemáticas. Esa era su auténtica vocación: educar.

Mary Everest Boole daba las clases usando el método didáctico de su tutor Déplace y le añadía sus propias aportaciones. Ella estaba interesada en mostrar cómo las actividades ordinarias del día a día preparaban a los niños para aprender Matemáticas. Mary decía:

“Los niños hacen cosas como pintar o coser, contar de diez en diez, … Compartir una manzana o pintar un dibujo en la pared. Y en el subconsciente va creciendo… la comprensión del cero y del infinito, de la suma o multiplicación por menos… y otras muchas ideas matemáticas fundamentales…”.

Materiales naturales e imaginación: esta era la combinación mágica para crear entusiasmo en sus clases de Matemáticas. De esta manera, pensaba que era posible expresar todas las nociones básicas del Universo con números y símbolos. El número 1, por ejemplo, es la expresión de la unidad del Universo, y el cero, el infinito.

Al poco tiempo fue reconocida por el director de la Junta de Educación de Londres como una maestra excepcional. Uno de sus alumnos escribió:

«Pensé que nos divertíamos, no que nos enseñaban. Pero después de irme, descubrí que Mary nos había dado un poder. Poder pensar por nosotros mismos y descubrir lo que queremos saber»

Su aporte a la enseñanza fue muy extenso, mostraba ideas muy avanzadas a su época (pensaba ahora en Maria Montessori, protagonista de nuestra Biografía Lila 64), y tuvo gran impacto en las escuelas progresistas de Inglaterra y de Estados Unidos.

Mary inventó la «curva puntada» llamada hoy «geometría de la secuencia», para ayudar a comprender la geometría y lo hizo a través de las llamadas “tarjetas Boole”, tarjetas de costura diseñadas por ella para ayudar a los estudiantes a aprender geometría y ángulos, o sea, una herramienta didáctica que utilizaba la costura para enseñar diseño geométrico. Genial, ¿no crees?

Pero fijaos lo que pasó…

Como era una mujer tremendamente activa a nivel intelectual y con ansias de saber, se interesó en la ciencia de lo psíquico y del mundo espiritual, convirtiéndose en
la primera mujer miembro de la Society for Psychical Research, pero al ser la única mujer en aquel tiempo, y por las pocas facilidades que le daban de formar parte, dimitió seis meses después.

De esa experiencia escribió el libro: «El mensaje de la ciencia psíquica» y debido a la controversia que provocó, perdió su trabajo como bibliotecaria en el Queen’s College y el libro no pudo publicarlo hasta 15 años más tarde.


Pero Mary Everest Boole era una luchadora, además, no olvidemos que era madre de familia, y debía seguir trabajando. Así, consiguió otro empleo como secretaria de James Hinton, amigo de su padre, un intelectual que la acercó a otras materias de estudio como la evolución humana y el arte de pensar.

Su clara finalidad era tratar de comprender el proceso de aprendizaje y el razonamiento de los niños, cómo usaban sus mentes y, a partir de ahí, ofrecer un método fácil de aprendizaje de las matemáticas.

A los cincuenta años, Mary Everest Boole empezó a escribir una serie de libros y artículos que fue publicando regularmente hasta que murió. Lo más interesante es que son libros que pretenden acercar a los más pequeños al mundo de las matemáticas de forma sencilla y muy atractiva. Por ejemplo, Lógica enseñada por amor se publicó en 1889, o Philosophy and Fun of Algebra,1909, (Filosofía y la diversión del álgebra), que arranca con una fábula y hace referencias históricas, filosóficas y literarias, utilizando un tono místico… o La preparación del niño para la ciencia, de 1904, un libro que tuvo un gran impacto en las escuelas progresistas de Inglaterra y Estados Unidos durante la primera mitad del siglo XX. Desgraciadamente, la mayoría de
sus libros no están traducidos a otros idiomas…

Otro de sus puntos fuertes era la comunicación. Sí. Ella organizó las populares “Sunday night conversations”, donde se reunía con estudiantes para discutir sobre matemáticas, filosofía, los derechos de los animales, la lógica, la historia natural de Darwin, la psicología, etc. y cómo cada disciplina influye en las demás. Ella enfocaba estas sesiones para divertir y no para enseñar.

Nuestra Mary Everest Boole se mantuvo activa hasta el final de sus días, que llegó un 17 de mayo de 1916, cuando tenía 84 años de edad.

Y, ¿cómo recordamos hoy en día a nuestra protagonista?

Aunque sepamos poco de ella, y sea tan difícil recabar información sobre su vida y logros, os he de decir que muchas de sus aportaciones en la didáctica de las matemáticas, se mantiene a día de hoy en muchos lugares del mundo.

También tenemos algunas de sus obras pedagógicas, escritas en inglés, que nos permiten acercarnos a su universo didáctico y científico.

Algunas de sus publicaciones se han hecho a título póstumo. Aquí te dejo el título de algunas de ellas: Mathematics in occultism, The divining road, The schoolgirl medium, About girls, What one might say to a schoolboy, Hooliganism, Philosophy and fun of algebra, The logic of love.

Otra mujer de enorme talento, guiada por su propósito de compartir su saber. Ella logró que los demás disfrutasen con su saber.

Otra mujer a la que hemos rescatado del olvido desde nuestro canal Mujeres Lila.