Alice Guy Blache: Vídeo-Podcast Lila 109

«Existe una industria que mueve cerca de 30.000 millones de dólares al año, la llamada
fábrica de los sueños.

En el origen de esta industria encontramos a una mujer. Una mujer que no sale en los libros, una mujer silenciada y borrada de la historia por el simple hecho de ser mujer.

24 años en activo y más de 1000 películas avalan su larga trayectoria.»

Descubre hoy a la creadora del cine, Alice Guy Blaché 👇👇👇

¿Sabías que Alice Guy Blaché fue la persona que concibió el cine como arte?

Pues así es…

Porque, ¿ en quién pensáis cuando os hablan del origen del cine? ¿Qué nombres os vienen a la mente?

Seguramente os viene el de los hermanos Lumière o también el de George Melies.

Pues no.

La creadora del cine como arte fue una mujer; Alice Guy. Una auténtica pionera. Ella inventó la ficción cinematográfica, o sea, el cine como género de narración.

Alice supo ver grandes posibilidades en ese aparato llamado Cinematógrafo, invento de los hermanos Lumière. Posibilidades que ni ellos mismos habían imaginado, porque simplemente se limitaban a hacer fotografías en movimiento sin explicar historias.

Nuestra protagonista rodó más de 1000 películas a lo largo de su vida, fundó además varias productoras de cine en Francia y en Estados Unidos, y luchó por ser reconocida
internacionalmente como directora de cine y también productora, pero es algo que no consiguió en vida.

Claramente podemos decir que Alice Guy Blaché fue una de las fundadoras del cine tal y como lo conocemos hoy en día.

Lo que está claro es que cuando se evoca los orígenes del cine, los nombres de los hermanos Lumière por una parte, o de George Melies por otra, son los primeros
que nos vienen a la cabeza.

Es cierto que los hermanos Lumière iniciaron el camino de la industria cinematográfica con el aparato llamado Cinematógrafo que patentaron en 1895, pero en aquellos
mismos años existió una mujer que convirtió los instrumentos del cine en lo que terminaría siendo una auténtica fábrica de ilusiones y además un negocio de lo más lucrativo.

Como os decía también nos resuena mucho el nombre de George Melies. Este aparecía como el de primer director de una película de ficción, pero no fue así.

Alice Guy fue la primera mujer en utilizar el cine para contar historias de todos los géneros.

Ella fue la primera persona en dirigir una película de ficción y hacer cine narrativo.

Aquí tenéis más datos que ilustran esa auténtica devoción y dedicación de nuestra protagonista.

Alice Guy estuvo mucho más tiempo en activo que sus contemporáneos masculinos que actualmente llenan los libros de historia del cine.

Ella se dedicó al cine un total de unos 24 años sin bajar su ritmo de producción de tres rodajes por semana ni tan siquiera cuando estuvo embarazada.
Fue además pionera en muchos aspectos del cine, fijaos, en los efectos especiales, también implementó el color en alguna de sus piezas artísticas, jugó con la ciencia ficción fílmica. Imagino el lenguaje cinematográfico, o sea planos, iluminación, atrezzo, montaje, caracterización y también fundó lo que más tarde se ha considerado la profesión de productor ejecutivo.
Además, a lo largo de su extensísima filmografía, ella fue la primera que utilizó grabaciones con un gramófono al tiempo de las imágenes.

Usó también la doble exposición del negativo, las técnicas de retoque, la cámara lenta y rápida. El movimiento hacia atrás, así como trató todos los géneros fílmicos, o sea, desde las parábolas religiosas hasta el género policiaco.
También hemos descubierto que fue precursora del videoclip, haciendo que sus cantantes realizaran playback en piezas en las que luego se superpondrían las canciones.
Alice Guy fue la primera persona que logró mantenerse económicamente dedicándose al ámbito del cine y la primera también en realizar una película protagonizada por actores negros.
Un dato bueno y es que a pesar de esa gran marginación que sufrió por parte de los
historiadores, por el hecho de ser mujer, en el mismo contexto de la época era muy apreciada y muy admirada por los otros profesionales del sector.

El rescate de su figura histórica empezó a finales del siglo XX, por tanto, no es difícil que la encontréis apartada o que ni esté, ni figure en los libros más antiguos de la historia del cine.

Pero, hagamos un poco de historia…

Los padres de Alice Guy eran editores y su infancia la pasó entre su país natal, que era Francia, y entre Chile y Suiza.
Estudió en varios internados y cuando murió su padre, su madre tuvo que trabajar y Alice estudió mecanografía y taquigrafía.
Estudió secretariado y por el año 1894 obtuvo el puesto de secretaria en una compañía
de fotografía.

Por esa época, Alice tenía unos 20 años y empezó a descubrir ya la magia de las imágenes.

Poco tiempo después, uno de los directivos de esa empresa de fotografía
en la que estaba, León Gaumont, se fue llevándose a Alice como secretaria de esa nueva compañía que fundó, la compañía Gaumont.

Por esa época, como os decía, 1895, los hermanos Lumière organizaron una proyección pública de las primeras imágenes que habían grabado con su aparato, el cinematógrafo, y los invitaron a ver una demostración.
Alice Guy que ya había hecho teatro y sabía cómo se podían contar historias, le dijo a
su jefe Gaumont que allí había un negocio.

Curiosamente, los hermanos Lumière no creían que la grabación de imágenes implicaría
la construcción de historias, pero sí que lo creía y lo pensaba Alice Guy.
A su vez, su jefe Gaumont solo apostaba por el futuro del aparato del cinematógrafo,
no de las películas, no de contar historias, pero tras mucho insistir, Alice Guy consiguió
que en 1897 le dieran la dirección de una división de su productora dedicada a contar
historias.

Así, por esa época y con una cámara, Alice Guy combinaba ya imágenes en movimiento
y también el arte teatral y dio lugar a su primera película, titulada El hada de los
Repollos
, una primera película que duraba más de un minuto y fue la pionera en contar una historia, la de un cuento de hadas francés.


Además, con esa película inauguró también el montaje cinematográfico y utilizó el
uso de trucos visuales de imágenes en movimiento.

Pero de todo ello, trabajando en esa misma época Alice Guy y George Melies, la historia ha recogido como si fueran invenciones de George Melies, hechos que habían sido probados e innovados antes por Alice Guy.
Entre 1902 y 1907 empezaba una época apasionante para nuestra protagonista porque dirigió 100 fonoesferas, o lo que sería lo mismo, películas rodadas para el cronógrafo, que era un aparato que permitía sincronizar imagen y sonido grabado.
Muchas de estas fonoesferas se han perdido, pero queda constancia de ellas en cartas, en periódicos y en libros.

Alice Guy rodó en España y rodó también la que se considera la primera superproducción de la historia del cine, que tiene una duración de más de 30 minutos, utilizó más de 300 personas como extras y 25 decorados diferentes.
En ese mismo año, 1906, realizó una película corta en la que critica de forma sarcástica
los roles de género, con la película «Las consecuencias del feminismo», y en 1907, Alice
Guy decidió dar un paso adelante en su vida personal y se casa con un camarógrafo,
con Hervert Blaché, con el que tuvo dos hijos y con el que se traslada vivir a Estados
Unidos.
Allí fundan varias productoras de cine, una de ellas la productora Solax Company y la
otra Blaché Features.
Sus productoras destacaban en el ámbito del cine en Hollywood y el nombre de Alice Guy se convirtió en una habitual de esa meca del cine porque la consideraban la pionera en la utilización de efectos especiales.
Aprovechó también las películas que grababa para denunciar la exclusión que tenían
las mujeres en el mundo del cine.

Como podéis ver, Alice Guy hizo además películas de todos los géneros: drama, fantasía,
western y lo hizo con actores estrellas de la época del cine mudo.
La Metro Goldwyn Mayer distribuyó todas sus realizaciones hasta 1918 y a partir de esa
época en la que también ella solicitó el divorcio de su marido quebraron sus productoras de cine, pues decidió que quería volver a Francia.
Más adelante, decide volver a Estados Unidos.
Allí en Estados Unidos decide reclamar la autoría de sus películas, pero algo que sería
tan sencillo hoy en día, en aquel entonces fue imposible.
En las primeras décadas del siglo XX, tan solo la compañía firmaba las películas y
tan solo ella tenía interés en que su nombre figurase en ellas como creadora, pero se
negaron a hacerlo y la historia la relegó a un cuarto plano.
Como decía al inicio, el mérito de sus películas se le atribuyó tanto a su marido como
a directores de fotografía y a ella tan solo se le dio el mérito de secretaria, incluso
acusándola de ser en sus inicios amante de Gaumont, con el que se inició.
Por cierto que Gaumont, cuando publicó la historia de su productora, lo hizo a partir de una fecha 1907 en la que así podía dejar de lado la figura importantísima de Alice Guy con la que arrancó todo el negocio.

Ella intentó en ese momento que reconociera su labor, pero nunca la atendió.
Alice Guy murió en una residencia de ancianos con 95 años de edad en el más completo anonimato.

Alice Guy dedicó los últimos 30 años de su vida a buscar sus películas, y en vida solo
logró encontrar tres, y es que la mayoría de sus películas las firmaron hombres porque
una mujer no podía haber conseguido hacerlo.


De las más de mil películas que ella realizó, en la actualidad se han podido recuperar
unas 100, y algunas de ellas por cierto las podéis encontrar en la red.
Las producciones cinematográficas de Alice Guy llegaron a competir con las de Hollywood porque eran producciones sumamente creativas que se avanzaban a su tiempo en muchos sentidos.
Pero ella siempre sintió que su nombre había sido injustamente borrado de la historia
del cine. Y, ¿por qué motivo? Pues por un único motivo, por el de ser mujer.
Su desaparición de la historia del cine fue lo que más la hizo sufrir en su vejez.
Ya ha llegado la hora de que su nombre aparezca en letras mayúsculas en todos los libros de historia, y ha llegado la hora también de que se estudie su labor en profundidad.
Desde nuestro canal, Mujeres Lila, este es nuestro sentido homenaje a una mujer de
enorme talento que ha sido injustamente borrada de la historia.

Y, ¿ cómo recordamos hoy en día a nuestra protagonista?

Bueno en primer lugar, deciros que la recordamos por sus películas. Las que se han recuperado recientemente gracias al trabajo de producción, tanto de la actriz
Jodie Foster como de la directora Pamela Green, y todo ello queda reflejado en un documental que os recomendamos, Be Natural, que lo encontraréis en diferentes plataformas.

Libros: Alice Guy Blaché, Una visionaria olvidada del cine, de Alison McMahan

Alice Guy Blaché, Cinema pioneer, de Joan Simmon.

Cómic: Alice Guy, de Catel Muller y José-Louis Bocquet 

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