OLYMPE DE GOUGES: Podcast Lila 14
Marie Gouze, o por su pseudónimo Olympe de Gouges, fue una escritora, dramaturga y feminista francesa autora de la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.”
Este texto lo redactó Olympe de Gouges en 1791 basándose en la reciente “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” presentada por la Asamblea Nacional Constituyente Francesa en 1789.
Nuestra protagonista reivindicaba así la igualdad de derechos para ambos sexos.
De ahí que resuene en su escrito estas palabras:
«Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta, al menos no le quitarás ese derecho. Dime, ¿quién te ha dado el soberano poder de oprimir a mi sexo?». Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, 1791.
Te invitamos a escuchar este emocionante relato.
Olympe de Gouges reivindicó la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el marco de la Revolución Francesa por lo que es considerada, claramente, una precursora del feminismo más actual.
Fijaos, estas palabras resuenan en su texto:
“Mujeres, despertad. Reconoced vuestros derechos. ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución?”.
A pesar de ser una pionera, su texto no tuvo la acogida en Europa que recibió por ejemplo la ‘Vindicación de los derechos de la mujer’ de la escritora inglesa Mary Wollstonecraft -Podcast Lila 44-.
Mientras Mary Wollstonecraft se centraba en la educación femenina, nuestra protagonista Olympe de Gouges, hablaba de emancipación, independencia y equiparación jurídica y legal de la mujer.
La «Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana» es un texto brillante y radical en favor de las reivindicaciones femeninas y una proclama auténtica de la universalización de los derechos humanos.
Olympe de Gouges defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada
Olympe de Gouges incluyó la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, el derecho a hablar en público de temas políticos, el acceso a la vida política, la posesión y el control de propiedades y el derecho a poder formar parte del ejército. Incluso habló de igualdad fiscal así como el derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico.
Ella reclamaba unos derechos que, desde nuestra perspectiva actual, nos pueden parecer evidentes pero en aquel momento fue un acontecimiento absolutamente revolucionario.
Una mujer increíble que debería salir en nuestros libros de historia, en nuestros libros escolares que hablen sobre la Revolución Francesa pero….no figura.
Repasemos un poco de historia….
Nuestra protagonista nació como Marie Gouze en Montauban, una ciudad al suroeste de Francia, pero solo conservaría su verdadero nombre, el de Marie Gouze, para documentos notariales.
El hecho de ser hija ilegítima, no reconocida por el marqués de Pompignan, la llevó a reclamar, años más tarde, que se reconociese el derecho de los hijos nacidos fuera del matrimonio.
Muchos de sus reclamos sociales son un claro reflejo de su vida personal lo que motivó que todos sus trabajos adquirieran claramente ese cariz feminista y revolucionario.
Cuando Olympe de Gouges se decidió a escribir, recibió una carta de su padre, -ya os decía que es el marqués de Pompignan-, y éste le decía:
“No esperéis, señora, que me muestre de acuerdo con vos sobre este punto. Si las personas de vuestro sexo pretenden convertirse en razonables y profundas en sus obras, ¿en qué nos convertiríamos nosotros los hombres, hoy en día tan ligeros y superficiales? Adiós a la superioridad de la que nos sentimos tan orgullosos. Las mujeres dictarían las leyes. Esta revolución sería peligrosa. Las mujeres sabias de Moliere son modelos ridículos. Las mujeres pueden escribir, pero conviene para la felicidad del mundo que no tengan pretensiones”.
Parece claramente que los temores del padre de Olympe de Gouges, de nuestra protagonista, eran totalmente idénticos a los que tenían la mayoría de los hombres y de los revolucionarios franceses.
Siendo aún adolescente a nuestra protagonista la casaron, en contra de su voluntad, con un hombre que además a ella le desagradaba muchísimo, una experiencia que marcó claramente un antes y un después en su vida.
Para ella, el matrimonio era “la tumba del amor y de la confianza”.
Tras enviudar rechazó el apellido de su primer esposo (Aubry), y recurrió al nombre de su madre, Olympe añadiendo la preposición «de» a su apellido oficial Gouze, que a veces aparecía como Gouge (de hecho, su hermana mayor era Gouges). De ahí Olimpia de Gouges.
Como resultado de la experiencia de este matrimonio infeliz, también posteriormente en sus alegatos veremos que la escritora exigiría el derecho al divorcio.
Olympe de Gouges…Una mujer valiente y abiertamente abolicionista. Ella se posicionó en contra de la esclavitud, motivo por el que, por cierto, se la encarcelaría por vez primera en la Bastilla.
Su obra más conocida, “La esclavitud de los negros”, fue publicada en 1792 y pretendía visibilizar la condición de los esclavos negros. Esto le supuso un enfrentamiento con la Corte de Versalles, donde el comercio colonial suponía más del 50% de los ingresos, y en la que muchas familias se habían enriquecido con la trata de esclavos.
A partir de ese momento podemos decir que Olympe de Gouges se involucró claramente en la lucha por la Igualdad.
Una mujer que en pleno S.XVIII escribió la “Declaración de los derechos de la Mujer y la Ciudadana” reivindicando así la igualdad entre hombres y mujeres
Con el pseudónimo de Olympe de Gouges escribió varias obras de teatro y montó una compañía teatral con la que empezó a actuar por diferentes puntos de Francia, pero podéis imaginaros que el mundo del teatro no estaba exento de esa misoginia inherente.
Fijaos, de las 2.627 obras inscritas en el repertorio del Teatro Francés desde el 1680 hasta un siglo después, ¡solo 76 obras estaban escritas por mujeres!
Ya con el pseudónimo de Olympe de Gouges escribió varias obras de teatro y llegó a montar su propia compañía

Y es que, cuando se estrenaba una de sus obras teatrales pues podías encontrarte con críticas como esta: “Hace falta barba en el mentón para escribir una buena obra dramática”. Críticas que, claramente, dejaban pues captar ese ambiente misógino al que se estaba enfrentando nuestra protagonista.
Su valentía, su honestidad, su reclamo de justicia y sus trabajos profundamente feministas y revolucionarios provocaron que la detuvieran de nuevo en agosto de 1793.
Tras su detención ella reclamó sin ningún éxito un juicio pero no pudo evitar un durísimo Tribunal Revolucionario, un Tribunal Revolucionario que se llevó su vida por delante el 3 de noviembre de 1793 y además acabó guillotinada, unas semanas más tarde por cierto que la propia reina Maria Antonieta. Por cierto que su único hijo, Pierre Aubry, renegó de ella públicamente poco después de su ejecución por temor a ser detenido.
Claramente podemos decir que nuestra protagonista no encajaba en su época, tenía realmente todo a favor para escandalizar a la opinión pública de su tiempo y fue castigada, duramente castigada.
Un año después de su muerte, en 1774, su nombre figuraba en el Almanaque de París, el anuario de la administración francesa, el «Quién es quién» de la época.
Y aunque ya en vida había tenido que enfrentarse a la profunda misoginia de la sociedad en la que vivía, tras su muerte sus contemporáneos la relegaron a un tercer plano ¿por miedo, tal vez, a posibles réplicas de su figura?
Olympe de Gouges fue una mujer revolucionaria y silenciada por la historia
Su obra cayó en el olvido e incluso podemos decir en el desprecio, sobre todo a lo largo del S.XIX, en el que toda la intelectualidad francesa rechazó de pleno la idea de una mujer ideóloga y revolucionaria.
Se mofaban de su categoría como escritora, dudaban de su autoría y de su capacidad intelectual. Rechazaban la idea de una mujer ideóloga y revolucionaria.
A una mujer que tiene más de cuatro mil páginas de escritos revolucionarios que abarcan obras de teatro, panfletos, libelos, novelas autobiográficas, textos filosóficos, satíricos, utópicos… ¡se le acusó de que no sabía leer ni escribir!
Tuvimos que esperar a mitad del S.XX para ver nuevamente su figura como la de una gran mujer humanista y revolucionaria en la Francia del S.XVIII.
Añadir también que, en la época, numerosos libros se hicieron eco tanto de su belleza como de las dudas sobre su “virtud”, -entiéndase “virtud” entrecomillado-, lo que la hizo aparecer tanto en el “Homenaje a las mujeres más bonitas y virtuosas de París” como tratada como prostituta en el “Pequeño Diccionario de los Grandes Hombres” o en la “Lista de prostitutas de París”. De ahí que en algunos libros hiciesen referencia a ella como a una prostituta.
En Francia, los actos del Bicentenario por la Revolución Francesa en 1989 rindieron por fin homenaje a la obra de Olympe de Gouges. Un reconocimiento realmente tardío pero, eso sí, reconocimiento imprescindible a una gran luchadora por los derechos de la Mujer y por la Igualdad.
Desde entonces se han representado varias de sus obras de teatro, sus escritos han sido reeditados y varios municipios franceses han dado el nombre de Olympe de Gouges a colegios, institutos, plazas y calles. Posteriormente su obra ha sido objeto de estudio en Estados Unidos, Alemania y Japón.
Podemos afirmar que Olympe de Gouges fue una mujer valiente y adelantada a su época que luchó por la Igualdad entre hombres y mujeres en el marco de la Revolución Francesa.
Te invitamos a escuchar su apasionante historia en nuestro Podcast Lila.
ACTUALIDAD SOBRE OLYMPE DE GOUGES
Y dos siglos después….En Francia, después de la publicación en 1981 de su biografía por Olivier Blanc que investigó su vida a partir de documentos originales de la época, los actos del bicentenario de la Revolución francesa en 1989 rindieron homenaje a la obra de Olympe de Gouges.
Desde entonces, se han representado varias de sus obras de teatro y sus escritos fueron reeditados.

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